jueves, noviembre 16, 2006

Canciones Odiosas Del Pop Español

Hola a todos y a todas.

Realmente hacía mucho, mucho tiempo que necesitaba soltar lo que voy a soltar ahora mismo. Llevo AÑOS sufriendo en silencio los efectos psicológicos de una tortura que no tiene nombre, y no son las hemorroides, aunque también me tienen hasta el culo. Me vais a tachar de rarito, de chungo, de antiespañol, inculto, peludo y delincuente pero ME DA IGUAL!!!

¡¡¡ODIO LAS PUTAS CANCIONES DEL POP ESPAÑOOOOOOOOOL!!!

Aaaaarghhhhhh... qué puta mierda... qué coñazo por dios... qué brasa... QUE MALAS... y toda la vida igual. Estoy seguro de que no es un problema único de mi ciudad y que ocurre en todas partes: vais a salir de fiesta y ¿¿¿qué os encontráiiiisssss??? Oh nooo... las mismas jodidas canciones desde hace 25 añooooooooosssssssssss!!! Ooootra vez las vuelven a poner, y otra, y otra, y otra vez, y otra más y nunca las cambiannnnnnnn, cabroneeeeeeees. Son las típicas cutre-canciones que ya han pasado de moda hace lustros pero que no han dejado de pinchar en todas partes, esas típicas de “La noche del Pop Español” que estamos hartos de oir cada noche. ¿A que sí, a que en tu ciudad los jetas de los dueños de los bares también celebran un engendro como ese varias veces al año?

Pues yo no puedo más, voy a dejar de salir lo poco que salía... ¿Qué es esto, una conspiración? ¿El mundo feliz de Aldous Huxley? ¿Propaganda nazi repetida hasta a saciedad? ¿Por qué me castigan los dueños de pubs y discotecas desde hace tanto tiempo? ¿Es algo personal conmigo?

No puedo soportar que me repitan la música de los garitos, máxime cuando es una mierda, y máxime cuando NO HAN TENIDO HUEVOS DE ACTUALIZARLA DESDE HACE DOS DECADASSSSSSSS!!!

Para hacer una terapia que debí haber comenzado allá a principio de los 90, cuando los dolores psicológicos comenzaban a aparecer, voy a hacer una lista con los traumas infantiles que me han creado en mi juventud y mi adultez. Todo por culpa de unos pinchadiscos a los que todo les da igual y les importan tres cojones la calidad, la originalidad Y EL PUTO PASO DEL TIEMPO. (Ojo, que conste que el paso del tiempo como tal no es nada negativo, al revés, los clásicos son clásicos por perdurar, pero siempre que sean de calidad, no basura de usar y tirar como estas patrañas).

Estoy absolutamente seguro de que la lista de monstruos que voy a relatar la tenéis tan reciente como que el pasado fin de semana alguien se encargó de hacérosla repasar subliminalmente.

Por dios, que alguien se apiade de la cultura y de mi y prohíba por ley los siguientes coñazos de una vez por todas. Que están más quemaos que la pipa de un indio:

  • “Hace calor”: Haaace calor, haaaaaceeee calooooor... yo estaba esperaaaaaando que quiiiiiiites la cancióoooon. No puedo soportarla. Es superior a mis fuerzas. TOOOOOODA LAS NOCHES desde hace años. No hay fin de semana que salga que no me planten esta MIERDAAAAAAA!!! Por favor, quitar ya el puto disco que lo tenéis rallado!!! ¿Cómo no va a hacer calor? Con lo quemada que está la jodida canción hace calor y hay humo y todo.
  • “A quién le importa”: A nadie, Alaska, a nadie. No comprendo qué manía tiene todo el mundo de poner esta canción hasta la saciedad. Es la típica que ha creado uno de los muchos clichés de la noche en la que nuestros amigos (casi siempre amigas) raros (raras) ponen cada de sentirse identificados, criticados por la sociedad, como si estuvieran en un mundo que les oprime, unos incomprendidos que sólo pueden liberarse con este himno creado sólo para ellos. Ponen cara de éxtasis y se desgañitan cantando el estribillo. “Ni tu ni nadie, nadie, puede cambiarmeeeee!” gritan como si así pudieran hacer justicia y demostrar que los demás son los que están equivocados con ellos. Qué artificial queda esto 25 años después, eh...
  • “Entre dos tierras“: Entre dos tierras estás y no dejas aire que respirar. Mirar, el padre nuestro no me lo sé pero este infernal tema me ha tocado aprendérmelo de memoria. Por favor, quiten este disco y jubilen por decreto a Enrique Bumburi. Si lo digo para bien...
  • “Sin documentos”: Esta la odio mucho. Como venga el que la canta y haga un intento de comerme la boca lo que me va a comer es...
  • “Litros de alcohol”: Qué decir de Ramoncín.... ay madre... Si hubiera previsto las pedradas que le tiraron en aquel festivan no habría “cambiado tu colchón por una botella de champán”. Aunque sea para cubrirse de los golpes. Por favor, esta canción en particular NO LA PONGAIS MAS. Ya sé que es el único éxito de Ramoncín pero es que hay tantos artistas que hacen música de verdad... ¿por qué seguir intentándolo con este? Si ya sabemos que es malo...
  • “With or without you”: Ni clásico ni ostias. Ya sé que no es en español pero estoy hasta los cojones que todos los garitos la pongan “para cerrar”. ¿Es que no hay otra? ¿Tan hueca está vuestra cabeza que todos ponéis siempre la misma? Es que son años, eh? Al final la aborreces.
  • “Quiero ser más rápido que ellos”: No mientas. Confiesa que este mismo sábado gritaste lo de “ME DIGA QUE ES DE DIAAAAAAA!!!”. Di la verdad y admite que el viernes hiciste lo mismo. ARGGGGGHHHH Barricada noooooooooo. Encima los pijos de las discotecas ponen cara de duros.... grñiekkkkkkk... como si fueran heavies de toda la vidaaaaaaaaa... toooooma cliché cutreeeeeee. No puedo, que alguien me de un wisky. Bueno, mejor no, no vaya a ser que “el vaso acabe siendooooo... amiiiiigooooo muuuuu dooooooooooooooooooo”.
  • “I will survive”: Bueno basta ya de Gloria Gaynord. Basta de tanto survive, tanto survive. Hasta el moño me tiene ya, siempre igual, tú. Otra de las inevitables para cuando la discoteca se pone de repente de bajón. (Si me miraran a mi y a mi bajón no la pondrían, no). No puedo creer que a la gente le siga gustando y se vuelvan locos de sorpresa cuando la oyen. Si por mi fuera, you won’t survive, darling, you won’t survive.
  • “Ahogado en un bar”: Estoy heriiiiiiidoooooo. De nuevo momento cliché cuando todo el pub hace el movimiento de la guitarra típico de esta canción. Y de nuevo pose heavy (¿?). Algunos he oido que comentan que les mola mucho el guitarreo este de la canción. Joder, si son tres putas notas... ¿qué van a pensar si oyen a Satriani? Lástima de grupo quemado estos Maná.
  • “Yo quiero respirar”: Esta la ponen muchísimo pero menos que las otras. Simplemente la añado porque la odio. Es horrorosa y cutre a más no poder. No puedo con ella, qué cosa más maaaaaala. Yo sí que quiero respirar, bonita...
  • “We are the champions”: O ‘cómo joder una canción clásica y explotarla hasta la saciedad”. Pobres Queen, si Freddy levantara la cabeza le iba a cantar las cuarenta a más de uno. Además, palurdos, a pesar de que la pongáis al final de los partidos de fútbol y en todos los eventos deportivos o triunfos personales... LA CANCIÓN VA DE GAYS. Sí, es un himno homosexual, no deportivo, a ver si os enteráis. Como los ultras fachas del fútbol se enteren de esto se va a armar la gorda. El colmo del morro y del desprecio a los clásicos. Argh.
  • “La flaca”: En dos palabras, can - sina.
  • “Bailando”: Desesperante. En realidad lo de Alaska no tiene nombre. Tiene tantas canciones jubilables... ¿No os cansáis de bailar ya?
  • “Pim Pom Fuera”: Que se me sale la camisa fuera. El caso de esta es insólito para mi. Al principio te hacía gracia porque parecía un chiste, una especie de canción de relleno para hacer gracia dos días. Pero no. Aquí la cosa está tan mal que los pinchadiscos va y se la toman en serio :-O . Y la llevan poniendo durante años. Pa mear y no echar gota. Viva la poesía y la rima consonante. Y que viva el cliché de la gente bailando estilo sevillanas. Qué predecibles son los habitantes de la disco, por dios..
  • “Maldito duende”: Yo es que creo que tengo alergia a Bumbury. Debe ser eso.
  • “Baila Casanova”: No es un clásico del pop español pero es taaaaaaaaaaan horrible y la repiten tantas veces que tengo hasta pesadillas. Un despropósito. Cuando la oigo en la discoteca o pub me entra un escalofrío y creo morir. ¿Cómo es posible que alguien compre un disco así?

Bueno, por el momento creo que ya os hacéis a la idea de lo mal que lo puedo pasar yendo “de fiesta” por mi ciudad. NO HAY más canciones que estas. Si buscas algo diferente estás jodido, más vale que no salgas o que te lo montes por cuenta propia. Si sales ya sabes a lo que vas, te lo he advertido.

Hay algunas canciones que se salen de ahí un poco pero cuyo mal uso actual también es un atentado contra los creadores, que en su momento fueron grandes y tuvieron talento de verdad, no como ahora. Algunos temas que deberían dejar descansar y no molestarlos serían. por ejemplo, el Juliette de Platero y Tu o el “Dolores se llamaba Lola” de Los Suaves. Temas buenos de gente buena que no merecen ser mancillados en garitos cutres.

Por el lado contrario hay engendros imposibles que se están poniendo de moda y que dan vergüenza ajena, tanto por falta de calidad, como por ser calcos unas de otras, o por repetir topicazos, o por ser machistas o misóginas, o por ser pura moda de usar y tirar. Ejemplos hay mil, no sé, el puto rigitón, los grupos de tíos buenos para niñas rollo Take That o News Kids on The Block, los de tías análogos con componentes de plástico encasillados en “diferentes personalidades” como las Spice Girls, los de “nuevos punks” como Green Day o gente así que de punk tienen lo que yo de cura. O como esas tías de ahora, americanas ellas, que cantan un estilo así rollo baile pero no tecno, con ritmos siempre iguales y voces así cantando a golpes, que nunca sabes quién son porque todas hacen lo mismo, Beyond C, o gente así, no conozco nombres. No sé, ya me entendéis.

Bueno, vamos terminando pero antes me es absolutamente necesario poner énfasis en lo últimos tres temas que son, precisamente, los que mas odio de todos y los que más me crean ganas de suicidarme cada vez que los escucho. O sea, todos los fines de semana. Los relato por orden de aborrecimiento:

  • El primer horror, “Cien gaviotas”: A ver cómo lo digo... LAS GAVIOTAS YA SE HAN IDO!!! YA SE HAN PIRADO. Ya no hay gaviotas, dejarnos en paz!!! ¿Dónde irán? ¿Dónde van a ir? Se han ido A LA MIEERRRRRDAAAAAAAA. Basta ya de gaviotas, bastardos!! ¡Nunca mais!
  • La segunda tortura, “Déjame”: PESADILLAS me causas, canalla. Esto no es una canción, esto es una venganza cruel. ¿Quñe he hecho yo para merecer esta mierda TODOS TODOS TODOS los fines de semana? Esta la ponen el 100% de las veces, sin excepción. Iros al carajo de una vez, vosotros y el déjame. DEJAME A MI PESAOOOOOOOO. ¡¡¡A mi la legiooooon!!! Satán existe, argggggggggggh. A la cárcel con todo aquel que haya tenido algo que ver con esta maldición. Muerte muerteeeeeeeeeeee.
  • Y la Pesadilla Final de todos los tiempos, “Chiquilla”: Esta es un caso aparte. Creo que figura en el libro Guinness de los récords por ser LA MAS COÑAZO, LA MÁS REPETIDA, LA MÁS QUEMADA, LA MÁS ODIOSA, LA MÁS ODIADA POR MI, LA PEOR DE LAS PEORES, LA QUE APARECE EN TOOOOOODAS MIS PESADILLAS y LA QUE TIENE UNA PLETINA FIJA APARTE EN TODOS LOS PUBS PARA PONERLA CADA HORA Y MEDIA. Ahora sí que se me hincha la vena. No os puedo explicar lo que siento por esta... por esta... PUTA BASURA!!!!! Seguridad Social, ARREPENTÍOS DE ESTE ENGENDRO. No os voy a perdonar la vida aunque supliquéis perdón, me habéis arruinado los fines de semana. Vosotros no me conocéis y sin embargo a mi me toca aguantar vuestra PLASTA toooooooooooooodos mis días de fiesta. TODOOOOOOOOS!!!! Me habéis oido, ¿cabrones?, he dicho TODOS, hacer cuentas, hacer, hijos de vuestra madre. Vosotros y los disk jockeys a los que seguro que pagáis para que nos sigan adoctrinando año tras año. BASTA YAAAAAAAAAAAAAAAA. Cada vez que os oigo decir “Chiquilla” me entran ganas de meter un ostiazo a alguien en la cara. “Chiquilla!!” ¡¡¡¡¡ZASSSS!!!!! (ostia en el ojo)... “Por la mañana yo me levantooooo” “¡¡¡PLASSSSSSS!!!” (leñazo en la napia)... “Y yo la quieeeeerooooooOOOOOoooooo” ¡¡¡¡¡¡¡¡¡BOUUUUUUUUMMMM!!!!!!! (Patada en el cabolo)... ¡Cárcel por decreto a todo aquel que pronuncie una sola frase de esta pieza infernal!

En fin, por esta vez ya me he liberado pero espero que os deis cuenta de que el próximo viernes y el próximo sábado la historia se va a repetir y además prácticamente por el mismo órden. Comprobarlo vosotros mismos y veréis que no va a faltar NI UNA de las que os he puesto.

Creo que voy a crear una ONG, una plataforma o una asociación para hacer terapia psicológica ya que todo esto, amigos, no va a ir a mejor. Si alguno pensáis asistir porque os pasa como a mi y además pensáis que me he dejado alguna canción lamentable, por favor, crear un comentario al post y publicar vuestra lista.

Por último y aprovechando la tribuna que internet me ha brindado, voy a mandar un mensaje a todos estos pinchadiscos y dueños de discotecas, a ver si al final consiguen entenderlo:

¡¡¡CAMBIAR LOS DISCOS DE UNA VEZ, CABRONES, QUE SOIS UNOS JETAS!!!

¡¡¡A VER SI COMPÁIS OTROS DISCOS QUE YA ES HORA!!!

¡¡¡20 AÑOS YA HAN SIDO SUFICIENTES!!!

miércoles, noviembre 15, 2006

¿Quién mató al cine de terror?

Nadie sabe cuánto me duele tener que reconocer lo que voy a decir pero tengo que hacerlo: las películas de terror… son para los niños. :-(

Sí, sí, sí. Es lamentable pero es cierto, desengáñense. Las pelis de miedo, idolatradas por mí desde que tengo uso de razón, sólo pueden ser disfrutadas por los chavales, jamás por los adultos. ¿Cómo he llegado a esa conclusión?, se preguntarán, pues ahora mismo les pongo en situación.

Se conoce que desde la llegada de Internet y sobre todo de nuestra gran amiga la mula, el acceso a la cultura se ha revolucionado y ha quedado abierto por fin a todos los públicos, sin prácticamente límite alguno. A tal efecto he estado durante algo más de un año creando mi propia videoteca de terror, ese sueño inalcanzable que todo fan del género desea poseer (¡¡¡por fin!!!). Recuerdo el dinero que me dejé antaño comprando cintas VHS para grabar clásicos de los que ponían de uvas a peras por la tele… Siempre las grababa en LP para que cupieran más títulos en la misma cinta, qué recuerdos... Ahora todo ha cambiado, la red y los DVD me han regalado la oportunidad de poder conseguir en poco tiempo todas las películas tan larga y amargamente buscadas… ¡y en calidad máxima! Es por ello que he estado todo este tiempo revisando clásicos y visionando por primera vez otros tantos de los que siempre quise ver y nunca pusieron en televisión o nunca llegaron al videoclub del barrio. Bueno, o de los que extrañamente no tenía Blizzard, nuestro gran proveedor de material (¡gracias por todo, Blizzard! :-P ). Pues bien, tras volver a ver y tras conocer por primera vez multitud de clásicos del género debo decir que, aunque sea triste reconocerlo, se me ha pasado la edad de las pelis de terror.

No es que ya no me asusten, eso es perfectamente normal para una persona adulta que se ha tragado más de 200 títulos, es que hasta los argumentos que siempre te fascinaron ahora se tornan una puta mierda.

Es de todos conocido que el verdadero fan del género lo lleva siendo desde pequeñito, haciendo caso omiso de las órdenes paternas y de las clasificaciones de edad de las cintas. Cuando éramos niños todos nos hemos quedado trasnochando hasta las 2 para poder ver aquella peli de zombies de la que decían que era acojonante, aquella gore para mayores de 18 en donde había sangre y vísceras a diestro y siniestro. Esa peli de extraterrestres mutantes ante la que tenías que ser un machote para verla hasta el final sin cagarte de miedo. Joder, todos hemos mirado en el puto armario y bajo la cama tras ver una de las buenas, ¿o no? De hecho, las películas de nuestras vidas, los títulos fetiches que hemos puesto en un pedestal para siempre, vienen precisamente de aquella época y de aquellas experiencias furtivas nocturnas.

Pues mi humilde experiencia me ha dejado claro que más nos vale dejarlos ahí antes de que se nos derrumben los mitos y se nos quede cara de tontos. Cuando han pasado los años y vuelve a caer en tus manos aquella peli con la que tanto disfrutaste de pequeño, la miras y no te lo crees, recuerdas aquel canguelo que te produjo y piensas: “Ostias, qué buena es esta… ya no hacen pelis así”, y buscas un hueco el fin de semana para volver a verla. Ahora no sabría decir si la vemos de nuevo por disfrutar otra vez de ella o simplemente para sentirnos más jóvenes y engañarnos a nosotros mismos. Igual que pasa el tiempo para nosotros, también pasa para las películas. Así que nada, preparas palomitas de maíz y cocacola, esa gran fórmula americana que te predispone a pasarlo bien, sitúas tu sillón favorito enfrente del televisor, apagas las luces como en el cine, cierras las persianas para crear ambiente terrorífico total y te dispones a reencontrarte con el miedo, ese viejo instinto que te apasiona, te hace sentir vivo y te libera del estrés.

Y es entonces cuando empieza la película y, con ello, termina nuestra esperanza. Para empezar te das cuenta de que aquella peli dinámica e interesante se ha vuelto lenta e irregular. El principio es realmente mucho más lento e insulso de lo que tú recordabas, el planteamiento de la historia y de los personajes, lejos de ser natural y casual, es forzado y hecho deprisa y corriendo. El tempo es lamentable, te das cuenta de cómo el director se explaya al principio con tonterías, lo que después provoca tijeretazos de cinta pasada la mitad del metraje, justo en los mejores momentos, los que deberían estar más elaborados. Los personajes que te maravillaron antaño ahora son personas absurdas con comportamientos idiotas e injustificables, y eso que la manga ancha en las pelis de terror es insuperable. Actores que antes te dejaron cagado ahora ves que actúan como el culo, no te crees su personaje y encima, para horror final, son ampliamente superados por los niños de la cinta, justo los que te caían peor cuando la viste por primera vez. ¿Dónde se ha visto que un niño tenga mejores dotes de interpretación que un actor consagrado? Pues eso pasa, damas y caballeros, eso pasa. Y qué decir de los argumentos… ideas que siempre te parecieron geniales ahora las ves infantiles y cutres, y las que realmente son originales y potentes, están muy mal llevadas. No me extraña que actualmente se lleve el rollo de los remakes, hay películas que están muy mal hechas y eso, partiendo de una historia buena de verdad, es un crimen y un desperdicio.

Este último año he revisado muchos clásicos, sobre todo de los 80, la década mítica para los de mi generación, y el resultado ha sido decepcionante. Directores de fama mundial, los auténticos creadores del género, me han dejado más frío que el hielo del congelador, y es precisamente ahí donde voy a dejar mis películas favoritas y mi opinión sobre ellas: en el congelador, para que se conserven como el primer día y nunca cambien, no vaya a ser que vuelva a verlas y se me caiga otro mito más. El cúlmen ocurrió el otro día en casa de mi amigo Antonio. Llevamos años intentando reunirnos todos para hacer una sesión ininterrumpida de cine de miedo, y para una vez que conseguimos quedar, ponemos un clasicazo que me encantó de nano, Phantasma, de Don Coscarelli, y el resultado fue mediocre, por no echar más leña al fuego. Joder, esa peli me dejó flipadísimo de pequeño. Recuerdo que me quedé hasta tarde un viernes noche porque creo que la echaban en el ciclo de terror de la primera, cuando la primera y antena 3 competían viernes y sábado para llevarse al público rarito como yo con pelis de terror buenas. El caso es que encantó, se me creó un mito. Genial el personaje de Angus Grimm, el Hombre Alto, por dios, acojonaba un huevo... esa mirada de mala hostia, esa fuerza descomunal, esa pinta satánica... me lo pasé en grande. Pues bueno, tras volver a ver la película casi 18 años después... ufss... que mal rollo. Cumple con todo lo dicho anteriormente. Mal llevada, súper rápida, cortes por aquí, prisas por allá, actores que interpretan a medias, escenas buenas en las que no se meten en detalle... dios mío... que desastre. Debieran coger a todo el equipo de rodaje y ponerles un suspenso para que la volvieran a repetir, pero esta vez de verdad. Esta cinta bien hecha debería ser un puto clásico del cine, el problema es que ya no puedes poner a nadie más que a Angus Grimm para interpretar al Hombre Alto. Ese tío es único. Sólo existe una persona que se le parece, un tío solitario y extraño de mi ciudad al que llaman El Brujo y que suele ir caminando de noche. Es clavadísimo al actor, pero éste ya está muy mayor y no podría actuar. (NOTA: Estos últimos apuntes son un auténtico mensaje friki dirigido a toda persona de mi ciudad que haya visto Phantasma y que se haya encontrado con este tío por la calle. Estoy totalmente seguro que sabes de quien hablo, no estás solo, también yo he visto en ellos dos a la clonación más depurada de la historia).

Pues nada, que ya no sé qué más puedo buscar en nuestro querido género del terror. Los clásicos se han quedado viejos y ya no asustan ni parecen interesantes y para colmo los directores actuales hacen cada mierda que todavía nos dejan con más sensación de crisis de un estilo que antaño creó toda una legión de fieles seguidores como el que aquí firma.

Ni siquiera recuerdo cuál fue la última peli que realmente me acojonó. Saw, supongo, o Cube, alguna de éstas modernas que han conseguido mezclar terror, suspense y buena dirección. Menos mal que aún no está todo perdido.

¡Oh no, otra vez el cambio de hora!

Hola de nuevo.

Tras un largo período sin disponer de tiempo para entrar por aquí, hoy es el día escogido para exteriorizar mis reflexiones sobre uno de los temas de la era moderna que más me intrigan y más me tocan la moral: el cambio horario.

Tras el verano y una vez que los expertos aprecian que el día comienza a acortarse de forma inevitable, todos los ciudadanos cumplimos el rito de adelantar o atrasar la hora, según lo que disponga el presentador de informativos de turno. Muchos se habrán preguntado alguna vez el por qué de tal costumbre y la inmensa mayoría se habrán conformado con el viejo motivo de “el ahorro de energía”, sintiéndose medianamente feliz e incluso solidario indirectamente.

Pues no, señores, no. Basta ya de mentiras. Admitámoslo: cambiar la hora es una mierda. No sirve para nada más que para marear y que el día todavía se acorte antes, y encima el ahorro energético es despreciable.

Una vez estuve buscando información por Internet respecto a este tema y me encontré con dos posiciones típicamente contradictorias: la de las autoridades oficiales y las de los investigadores de a pie. Evidentemente los primeros sostenían que el ahorro energético era bestial, el aprovechamiento de la luz solar era notable y los efectos físicos eran casi inexistentes. Por el contrario los segundos, basándose en estudios físicos y en datos públicos de empresas proveedoras de servicios eléctricos, determinaron que aquel gran ahorro era ínfimo. Creo que se hablaba de menos de un 1%, para que se me entienda.

Algunas de las webs que hoy en día se pueden ver si buscamos en el Google son estas:

http://es.wikipedia.org/wiki/Horario_de_verano

http://es.wikipedia.org/wiki/Horario_de_invierno_y_verano

http://www.laflecha.net/canales/curiosidades/200503211/

http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2005/03/23/67028.php

Y en ellas se deja entrever que no es para tanto. El diario La Voz de Galicia argumentó que allí sólo se ahorra un 0,28 %, o sea, que de panacea nada. Si tengo tiempo intentaré encontrar aquellas webs que traían los estudios en los que se habían basado, más que nada para aportar credibilidad al asunto.

Mientras tanto sólo necesitaba decir que me parece altamente absurdo decir que se ahorra tanta electricidad cuando, por ejemplo, casi nadie necesita que haga un sol inmenso a las 7 de la mañana como ocurre últimamente, mientras que a todo el mundo les vendría muy bien que todavía hubiera luz en las calles a las 7 de la tarde. ¿Qué me importa que el día empiece antes si la mayoría de la gente esta durmiendo? Si las empresas encienden las luces igualmente tanto si hay sol como si no. ¿O es que acaso las cadenas de producción gastan menos con el horario de invierno? Los que utilicen electricidad la seguirán utilizando, y los que no, no. Y encima por las tardes tendrán que encender lo que falte por encender antes de tiempo.

Por no hablar de los efectos físicos. Tampoco nos vamos a poner extremistas como esa gente que sale por la tele diciendo barbaridades, como si el cambio de una hora de reloj les arruinara la vida. Exageraciones a parte, casi nadie sabe que el cuerpo humano mantiene niveles de vigilia/sueño en base a la luz solar. El cuerpo está más despierto y activo mientras hay sol y, por el contrario, se adormece y se empieza a cansar cuando hay noche. Por eso es tan duro trabajar en horario nocturno, el cuerpo está hecho para currar de día y dormir de noche, qué leches. Pues nada, ahora te levantas para ir a trabajar con una luz que incluso te deslumbra y justo por la tarde, cuando más ganas tienes de irte a casa o a hacer deporte por el parque, te encuentras con una noche cerrada que no te deja ganas más que de irte a dormir. Miras por la ventana y se te van las ganas de todo, te entra el perro y cuando miras el reloj, horror, son sólo las 18:30. ¿Os parece normal? A mi me parece una mierda.

Antes salías a correr a las 8 y lo veías todo perfectamente. Si tenías que estudiar, el día se te hacía más largo y provechoso, te cundía más. El cuerpo, como digo, estaba más activo y parecía como que tenías tiempo de hacer más cosas. De hecho las hacías.

Ahora ya no. Evidentemente no podemos luchar con que el día se acorte, pero es que con el puñetero cambio de hora se ha acortado a lo bestia, de golpe. Ahora sales de trabajar y ya parece que sean las 9 de la noche, moraleja: no te apetece nada. El cuerpo ya no te pide deporte y mucho menos estudio. Ahora la gente sale mucho menos y a cambio se recluyen en casa a ver la tele o cosas así. Es decir, a gastar electricidad, mira por donde. Hay gente que vive en ciudades con más delincuencia de la normal que ya no van a andar por las calles a más de las 6, habrán niños que ya no irán a la plaza a jugar, mucha gente dejará de hacer deporte porque la noche les corta. No sé son muchos ejemplos de efectos físicos o psicológicos que provoca algo tan simple como cambiar la hora del día para hacer que éste termine mucho antes de tiempo.

En fin, para ir terminando de dar la brasa sólo decir que ojalá todos ahorráramos mucha más energía, eso es totalmente aconsejable y deseado, pero por favor, ¿seguro que no saldría más rentable concienciar al personal en adoptar mejores hábitos antes que acortar el día radicalmente? Si las empresas siguen gastando exactamente lo mismo, hombre, ¿o alguien ha estado en alguna en la que cambien su modo de trabajar? Venga, va, seamos realistas, demonios…

¡¡¡Queremos luz hasta por lo menos las 8 de la tarde!!!