miércoles, marzo 21, 2007

Las rebajas de enero (29-01-07)

Comienza el año y, junto con la cuesta de enero, la mayoría de los ciudadanos de clase media esperamos con relativas ganas la llegada de las rebajas. Son la única oportunidad que nos ofrece el mercado para poder vestirnos a un precio razonable, sobre todo en estos últimos años en los que la ropa y sobre todo el calzado han visto incrementado descaradamente su valor real. No sé si será por la llegada del euro, porque la gente es cada vez más rica (cosa que dudo porque el poder adquisitivo en lugar de subir, baja), o porque nos dejamos tomar el pelo, pero lo que es innegable es que las prendas que antes valían 4.000 pesetas ahora valen 40 euros, que es casi el doble, y aquí parece que no pase nada. ¡Qué gran truco el de correr la coma a los precios como quien no quiere la cosa! ¿Se piensan que no nos damos cuenta o qué? ¡Sabemos que nos estáis estafando, caraduras!

En otro momento me meteré en el tema de cómo es posible que ahora la ropa valga doble sabiendo que la mayoría se fabrica en China, donde su precio de coste es 80 veces menor que lo que costaría aquí. Hoy sólo voy a contar lo difícil que es vestirse en una ciudad normal como la mía si tienes una edad rondando los 28 años. ¿Crees que es fácil? Ahora verás.

Mi objetivo era renovar el vestuario, hacía unos tres años que no me compraba nada salvo alguna prenda puntual, por tanto, era el momento de jubilar la ropa más quemada y hacer acopio de material para los próximos dos o tres años. Últimamente había tenido más gastos que ingresos y estos casi nunca habían sido utilizados para vestuario pero este año era distinto, ahora venía con los bolsillos llenos, con necesidad de renovación y con ganas de comprar todas aquellas cosas que me hacían verdadera falta y que no había querido adquirir a precio “de temporada” por ser excesivo.

Y ahí estaba yo. Persona de clase media, de edad más cercana a los 30 que a los 20, de gustos sencillos pero no cutres, con preferencia por la ropa cómoda, estética, no demasiado formal, de precio justo, alejada del pijismo y de tribus urbanas, funcional y sin dibujos. En pocas palabras: ropa adulta para poder llevar en cualquier ocasión. La cosa prometía ser fácil y rápida ya que en rebajas hay de todo y yo había ido el primer día y la semana posterior, es decir, al principio de todo cuando la gente todavía no ha arrasado. Mi intención era arrasar yo la primera semana y hacer una segunda escapada de cara al final, cuando sacan la ropa “de verdad” y no los modelos de hace tres años. Pero bueno, teniendo en cuenta la urgencia y que me da igual que un jersey verde sea del 2005, allá que me fui.

Y acá que me vine con las manos vacías. ¡Qué difícil es comprar ropa de persona normal! Nunca me hubiera imaginado el nivel del vestuario que había en aquel centro comercial. Para empezar os diré que el 90% de lo que se vende hoy en día está claramente dirigido al público adolescente, quedando marginado el adulto de edad joven y quedando totalmente excluido el adulto de verdad. ¿Qué pasa, es que los demás no tenemos derecho a vestirnos? ¿Nos están obligando subliminalmente a ir a boutiques de marca? Acaban de inaugurar un grandísimo centro de compras en mi ciudad y, a pesar de que odio este tipo de lugares por lo consumistas y americanizados que son, lo mío era una urgencia y además tenía poco tiempo, haber ido por el centro de la ciudad hubiera sido peor, así que recurrí a él, pagando las consecuencias.

Ir de compras es toda una experiencia hoy en día, y como en este mundo frívolo actual sólo nos esperan para sacarnos los cuartos, da lo mismo en qué ciudad os encontréis, vais a observar los mismos tópicos que yo cuando vayáis de tiendas. Los centros comerciales son algo así como una aldea global sin límites espacio-temporales, estás en uno y no tienes la seguridad de en qué ciudad te encuentras realmente, son idénticos. Aquí os voy a relatar las penurias que pasé yendo de tienda en tienda buscando algo tan sencillo como “ropa normal”. O lo que yo pensaba que era “normal”.

- New Yorker: Empiezo por aquí porque recordaba que esta tienda era bastante grande y tenían bastantes camisetas de diferentes tipos. Error. Nada más entrar algo me golpea en los oídos: regetón a tope. Empezamos mal. Si tenemos en cuenta que el ambiente de un local determina su clientela, el mero comienzo en esta era premonitorio de fracaso. Es cierto que la tienda era gigantesca y que tenían mucho género pero lamentablemente el estilo era horroroso, haciendo honor al hilo musical. Todo muy de niños modernikis, de jóvenes pijos que quieren ir a la moda pero con un toque macarrilla para que no les llamen niños de papá. Todas las camisetas tenían letras cosidas de estas que quedan tan feas, parches con banderas estadounidenses, imperdibles, cuellos descolgados, mangas asimétricas... todo muy raro y de colores extraños. Lo mismo con los pantalones. Definitivamente aquello no era para mí, máxime al ver a los cuatro frikis de 15 años con el pelito de cenicero por allí buscando ropa y descojonándose solos. Recuerdo que hace tiempo vendían unas camisetas informales de una colección de personajes de terror pero en versión bebé que estaba bastante bien. No era lo que necesitaba en ese momento pero al menos aquello me sirvió para llevar por la playa, en veranito o en una escapada por el campo, etc, y me apetecía buscarlas por si habían nuevos modelos. Pues no, ni siquiera eso tenían. Lamentando el primer error del día, decidí probar en otro lado y perdonarle la vida a mis oídos que ya no querían “más gasoliiiiiina!”.

- Celio: El paraíso de los vaqueros. Vaqueros, camisas, polos y jerseys finos era lo que andaba buscando, y, al menos, lo primero lo encontré. No conocía esta firma y quedé bastante satisfecho, tenían un millón de pantalones de todos los tipos y colores, con una mayoría rollo adolescente, de nuevo con raspazos, cortes, desgastes y cosas cosidas, pero también pantalones normales de color azul oscuro, como a mi me gustan. Todo lo demás un ful. Ful porque parecía que tenían bastantes cosas pero cuando las cogías en la mano eran muy cutres: telas chunguillas, colores feos, diseños ‘modelnos’, etc. No habían ni polos, ni camisetas sencillas, y jerseys de punto no me hacían falta. Empecé a darme cuenta que en ninguna de las dos tiendas tenían en cuenta a gente de más de 24 años, el target estaba claro y era limitado a adolescentes y jóvenes. Mmm...

- Springfield: Esta es tienda de ropa “de chico” de toda la vida. Un estandarte para todo aquel que ha sido joven. Seguro que tú mismo, si eres hombre, tienes o has tenido algo de Springfield. Pues o yo me he hecho mayor o lo de “de chico” quiere decir “de niños chicos”. Lo que un día fue ropa estándar bastante asequible y normalita ahora se había tornado cutre, de nuevo con numeritos cosidos, parchecitos, dibujos de dragones (ein???), colgajos variados, etc. Un horror de ropa. ¡Pero si yo compraba cosas normales! ¿Dónde ha quedado todo aquello? Me consta que en otras ciudades son menos lamentables y por eso me pilló de sorpresa. Madre mía, me empiezo a desesperar porque si eso iban a ser las rebajas, mal asunto. Ahora, eso sí, jerseys de punto... lo que se dice jerseys de punto... ¡habían mil! A mí esta tienda me hace gracia: aparte de que la música de Paulina Rubio más que atraerme me repele, no puedo comprender cómo siguen basando su mercado en tres pilares fundamentales: los jerseys, las camisas y los polos chungos. No me digáis que no habéis visto jerseys de punto de mil colores por toda la superficie de cualquier Springfield. Joder, es el puto paraíso del jersey: blancos, beiges, amarillos, rosas, naranjas, negros, azules, los tienen todos y en cantidades industriales. ¡Nunca faltan jerseys en Springfield! No puedo comprender cómo es posible, si es que venden más que churros o si es que no venden ni uno, y me inclino a pensar en lo segundo porque siempre están los mismos. Además, son de los que pican (argggh!). Lástima que no me hicieran falta estos jerséis porque si así hubiera sido me hubiera puesto morado. Con las camisas pasa igual, recuerdo que me compré hace ya 6 años una, la única que era bonita, elegante sin llegar a ser pija, blanca con rayas verticales azules finas. Seguro que la conoces porque desde aquel día... ¡¡¡4 años seguidos la vi de rebajas!!! Sí señor, para que luego digan que las rebajas son por ley de ropa de temporada. Juro solemnemente que en Springfield vendieron mi camisa del 2000 hasta el año pasado, ¡lo juro! Menos mal que era bonita porque las demás... perdonadme que os diga pero creo que el diseñador de Springfield fuma demasiado. Algunas parecen normales pero cuando ves la tela alucinas. Otras pretender imitar a las de Massimo Dutti pero con un toque cutrillo para que no cante tanto, solo que el toque es DEMASIADO cutrillo y la cagan. El tercer pilar son los polos. Necesitaba un poco y esta tienda también es el paraíso de los polos... hasta ese día. Sólo había un modelo y era verde, justo el polo que tengo en casa, un polo verde, así que meeeeeeeeeec, error. Presa de la desazón se me ocurre pasarme por la sección llamémosla “ropa de arreglar”. Dios mío... qué camisas... qué colores... ¡¡qué horror!! Eran tan feas las cosas “de traje” que me empecé a descojonar. ¿En serio pretenden que me vaya a trabajar con una camisa morada berenjena con rajas naranja navelina? ¿O ir a una boda con una verde oscuro con cenefas amarillas? ¿Pero qué pasa? ¿Pero qué invento es esto? Pensé en volver cuando fuera carnaval y al menos me descojoné a gusto. Otro día os hablare de las corbatas, jajaja, con decíos que no es necesario que vayan a juego. No te digo ná y te lo digo tó. En fin, nada de lo que me ofrecían era para alguien como yo, de nuevo la tienda estaba llena de chiquillos jóvenes que compraban cosas modernikis, así que volví a pensar en mi salud mental y auditiva y abandoné a esos chicos a la suerte de David Bisbal. (¿Por qué no emplean el dinero de sus súper amplificadores de sonido para mejorar la calidad de la ropa?).

- H&M: Un poco harto de tanto equívoco decido otear una tienda que contenga gente mayor en su interior, más que nada, para no sentirme el padre de todos los que había ido viendo hasta aquel momento. Me acerqué a esta que tampoco tenía muy vista y por fin encontré, al menos, el cobijo de una música más agradable. No recuerdo cuál era, por eso sé que era al menos agradable. La ropa no estaba mal, sin marcas ni dibujos absurdos, por fin había opción para mí aunque lo que antes eran niños ahora eran mujeres de 55 años, pero bueno, nada que no pudiera soportar y tras la triste experiencia de dejar de sentirme cerca de la juventud, a buen seguro encontraría más material cerca de gente de adultez consistente. Había bastantes cosas y muy variadas, me pude hacer con un polo básico y una camiseta azul de manga larga. No eran especialmente elegantes pero para el día a día era más que suficiente. Casi todo era verde o azul, así que las posibilidades se reducían, a pesar de ya “haber triunfado”. La zona de arreglar no estaba mal pero no me terminaba, echaba de menos una cosa que sospechaba y que se resolvió al girar un pasillo: ¡¡¡Jerseys de puntooooo!!! ¡Coño! ¿No os había visto antes? Qué puto éxito los jerseys este año, tú, aquí también habían más de 100. Por un momento pensé en dejarlo todo y comprarme 7, uno para cada día de la semana y rebajas resueltas, menos mal que el codazo de una mujer me sacó de mis pensamientos y volví a ser yo. Tras husmear la ropa interior sin acabar de convencerme, intenté encontrar el camino de vuelta a la caja (toda una odisea, ¿por qué hacen juegos de espejos y pasillos semi-ocultos? No sabes si entras, si sales, si vas a la izquierda...), pagué con una media sonrisa y salí a por más caza.

- Jack & Jones: Justo una par de puertas hacia un lado me meto en... cómo lo diría... EL INFIERNO... PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, TIRIRI TIRIRI TIRIRI TIIIIIIIIII, PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA... (¿Qué mierda es esta?) PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, (¡no oigo nada con esta puta música!) TIRIRI TIRIRI TIRIRI TIIIIIIII (¡Pero qué ropa más horrible! ¡Camisas plateadas! ¡Camisetas sin mangas de color dorado! :-O ¡¡¡Pantalones con transparencias!!!) PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, (¿Zapatillas del espacio exterior con plataformas y hebillas?) PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, (¿Qué hacen aquellos makinetos probándose chándals blancos y bailando a la vez? ¿Y por qué los chándals están al lado de la ropa “”””””de arreglar””””””, que está hecha con colores psicotrópicos?) PUNCH PUNCH CHUMBA CHUMBA, (¡¡¡me quiero moriiiiiiiiir!!!) TIRIRI TIRIRI TIRIRI TIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!!!

- Zara: Tras salir corriendo con sangre en los oídos y agachando la cabeza para que nadie me reconociera, huyo despavorido ante la mayor colección de ropa horrorosa para gente cutre donde las haya. Lo peor que he visto en mucho tiempo, las tiendas de makinoles son un castigo, son el azote de La Ira De Ra [*(c) S.M.], pido perdón a todos los dioses y corro buscando un Zara donde guarecerme. Aaahhh... el Zara. Qué placer, por fin un clásico en donde lo cutre es soportable. Lo diviso allá a lo lejos y me meto como el que huye del diablo. Definitivamente este tenía que ser mi momento, si de alguna parte vas a sacar ropa estándar, esa es Zara. Con el eco del tecno a todo volumen de la tienda anterior, la música de esta me iba devolviendo a mi estado mental habitual. Por cierto, ¿os habéis fijado que la música del Zara y del Massimo Dutti no dice nada de nada? Es una música que no aporta nada, que no tiene ni chicha ni llimoná, que está ahí de ambiente pero que suena toda igual, sin esencia, monótona y sin estilo ninguno. Música de tienda de ropa, que llamo yo. En fin, sólo un detalle. De nuevo vuelvo a ver que a pesar de la calurosa acogida, la ropa es cutrecilla otra vez. ¡Joder! ¡Es que no se puede tener más de 25 años! Paso de los polos esos de 8 euros que tienen en el perchero circular ese del medio porque quedan súper mal, y yo algo tan barato no es tampoco lo que busco. Las camisas todas de Bustamante, los pantalones con desgastes y números grabados como “al carbón”, muchas chaquetitas modernillas pero nada de ropa “estándar”. ¡Puta mierda! Antiguamente el Zara era para todos los públicos y ahora veo que si no eres seguidor de OT no puedes vestirte. Debe ser porque la primera semana de rebajas sólo sacan la basura porque si no, no lo entiendo. La única cosa que valía la pena era un abrigo gris precioso que yo me había comprado dos meses antes por otra urgencia... ¡¡¡y estaba rebajado 30 euros!!! Nooooooooooooooo. Escogí un mal día para dejar de esnifar pegamento. Con los nervios a flor de piel, paso de todo y me voy a la sección de arreglar a ver qué había. De nuevo las corbatas de Zara demuestran ser de lo más mediocre que hay en el mercado. Al menos mediocre no es horrible y a una mala puedes recurrir a ellas, pero desde luego, yo no lo hice. Las camisas estaban bien, sin pasarse pero bien, me agencié una porque ya me veía de vuelta a casa con sólo dos puñeteras camisetas. Todo lo que tenían era purria, ¿Qué clase de ropa es esta? ¡También recuerdo cómo compraba aquí de vez en cuando! ¿Ha pasado algo en el universo? Harto de mitos caídos arriesgué y me fui al lugar más de adultos de todo el centro comercial, al menos sabía que allí no iba a encontrar basura moderniki...

- Cortefiel: No me gusta demasiado esta firma porque es de gente más mayor y suele ser demasiado pija y seria pero, visto lo visto, no me podía quejar y debía intentarlo. Pedro Del Hierro por aquí, Pedro Del Hierro por allá... joder, sólo venden PDF, como yo lo llamo. Veo muchas cosas de arreglar y alguna incluso me atrae. Me acerco a mirar los precios y... ¡HORROOOOOR! ¡¡¡Una camisa 90 euros!!! ¡¡¡HIJOS DE PUTAAAAA!!!, ¿pero es que no conocéis el concepto de *R.E.B.A.J.A.S*? ¡¡¡PDF, eres un jodido carero!!! ¿Cómo coño me voy a comprar una camisa por 90 euros? ¿Acaso los botones se abrochan solos? ¿Es antibalas o algo? ¿Lleva hilo de oro? ¡Qué jeta, por dios! Increíbles los precios del Cortefiel. Pantalones chinos a 100 euros, corbatas horribles a 70, y sí... ¡¡¡JERSEYS DE PUNTOOOOOOOOOO!!! Otra pared repleta de putos jerseys. ¿Por qué no me harán falta jerseys? ¿Por qué hay tannnntos jerseeeeisssss? Qué mamones, parecía que estuviera en la película esa de Jim Carrey en la que todo es una farsa y le están grabando con cámaras para que la gente se ría en casa. Rebusco entre los cinturones porque necesitaba uno negro para traje, encuentro uno barato, me lo compro pero les pido que me hagan un par de agujeros más. Y ¿qué me dicen? ¡¡Que no tienen el aparatito de hacer agujeros!! ¡¡¡COOOOMOOOOOO!!! Putos profesionales del fracaso. ¡Cómo podéis vender ropa a un público adinerado a precios estafadores y ni siquiera poder hacerle un puto agujero a un cinturón! Qué poca vergüenza la de esta gente, no vuelvo más, habrase visto. Estas cosas que las hagan en la catedral del tecno se comprenden, ¡pero en el Emporio PDF de trajes de 500 euros! ¡Por favor! Corte fiel a la pasta, se debería llamar.

- Pull and Bear: Hasta los cojones ya de todo me dirijo directamente a donde no debía haber sido infiel: Massimo Dutti y Boston, pero de camino miro las tiendecitas del camino. Estos del Pull and Bear son increíbles también. Hace años también era un referente masculino como el Springfield pero ahora han seguido su línea más cutre y modernilla hasta el limite. Todos los tópicos se vuelven a dar: pantalones con rotos, camisetas con parches, chaquetas de universidad americana (qué puta manía con la bandera y las universidades americanas, cojones), camisas de Bisbal, pantalones de campanorra (campanas del tamaño de la catedral de León), plateados, colores cobre, dorados, etc. Un horror que ya no veo ni puesto en un chaval de 15 años. Qué manía le estoy pillando a la ropa modernilla y los niños pijines que creen ir “de atrevidos”. Empiezo a pensar que no debía haber ido porque estaba poniéndome de los nervios y yo soy una persona bastante tranquila como para que el mercado de la ropa me amargue el día. Aun así continué caminando.

- Stradivarius: El horror II. De nuevo música tecno y ropa del espacio. Lo que no es feo sin piedad está lleno de pegotes y formas absurdas, nada que se dirija a un público como yo, más bien a horteras, pedorr@s y strippers. Como digo, paso de largo directamente sintiendo pena por quien se estuviera dejando los oídos con la horrible música y por quien esté siendo engañado por algún amigo que le dice que le queda bien esa chaqueta bomber blanca y esa sortija dorada que se está probando. Muy fuerte cómo está la juventud.

- Massimo Dutti: Por fin. Lo mejor con diferencia. Prendas de colores bonitos, acabados informales pero elegantes, telas de calidad, JERSEYS DE LOS QUE NO PICAN... uff... qué respiro. Pero qué caro. Lamentablemente esta firma está subiendo poco a poco los precios y se está poniendo cada vez más prohibitiva. Menos mal que si vas buscando todavía puedes encontrar ofertas buenas. La cosa se saldó con un polo, un par de jerseys finos, una camisa de traje y una corbata muy bonita. Menos mal que aún se podía confiar en alguien en este centro comercial. Miraba alrededor y no me parecía que aquellas prendas fueran tan extrañas, además el público era de edades variadas, lo que demostraba que había un mundo más allá de lo moderniki vulgar. Los pantalones chinos estaban muy bien, las camisas eran casi todas muy elegantes, habían poquísimos polos pero eran bonitos, las corbatas muy variadas y en general todo era muy “ponible”. Tomé nota mental de empezar y terminar en esta tienda la próxima vez que saliera a comprar. Satisfecho y con la tranquilidad de que todo el esfuerzo había valido para algo, salí de allí hasta con una colonia de extra, porque olía estupendamente y porque me apetecía premiar de algún modo el que alguien se molestara en hacer ropa para alguien de mi perfil entre tanta mediocridad.

- Boston: Sólo conocía de esta tienda el traje que me compré hacía dos años, un traje estupendo, por cierto. No sabía si habrían más cosas y cuál fue mi sorpresa al ver que sí, que habían justo el tipo de jerseys que andaba buscando, las camisas de diario que necesitaba y alguna prenda más que me gustó. El problema fue que las tallas eran muy raras y mientras que una te venía muy pequeña, la siguiente te sobraba por todos los lados. Me probé más de 7 cosas y me acabé llevando sólo 2 pero muy satisfecho por la calidad y el surtido que tenían. Hay que ir más a Boston, casi todo es muy bonito, no demasiado caro y además la sección trajes está francamente bien. Para primavera volveré seguro.

- C&A: Antes de irme hacia el coche y teniendo ya casi todo lo que necesitaba se me ocurrió darle una oportunidad a esta tienda que, sin haber entrado nunca, me parecía un poco cutre. Teniendo en cuenta que las tiendas que yo consideraba “normales” eran ahora más horrendas que el culo de un mono titi, ¿por qué no darle una oportunidad a esta que al menos no tenía pretensiones “modelnas”? Pues dicho y hecho. Y oh... ¡qué placerrrrrrr! Menuda sorpresa me llevé cuando vi el género. C&A es una cadena gigantesca de tiendas cuyo objetivo es vender ropa básica a precio barato. Así, sin trucos ni engaños. Son como la gama de productos Decathlon pero mejor, no es alta calidad pero son bonitos, de tela fuerte, sin dibujos, sencillos pero súper funcionales y que cubren todas las edades. Es el lugar ideal para comprar lo que yo compré: camisetas de manga larga sencillas para el día a día, polos básicos lisos de acabados elegantes, camisas sencillas, etc. Además de corbatas no demasiado cutres, ropa interior realmente económica, chaquetas bastante bien, etc. Tienen además una gama muy amplia de ropa de bebé y de tallas grandes. Todo en uno. Me encantó. Para la ropa de arreglar puedes recurrir a las dos tiendas anteriores y para la ropa de quemar a diario, sin duda C&A. La gran sorpresa del día y la guinda a una tarde irregular de compras por necesidad. Sin duda volveré también en primavera / verano para renovar mi vestuario estival, que todavía lo necesita más que el de invierno.

Así que ya veis. Parecía fácil irse de rebajas siendo un tío normal y no es así. A veces uno se para a pensar si realmente está ya tan viejo que ni siquiera las tiendas tienen ropa para él, o si está tan desfasado que quedará asocializado por no llevar prendas rasgadas o con costuras, banderas americanas o animales estampados. Menos mal que uno está por encima de todo y siempre puede recurrir a los dos o tres sitios que piensan en la gente normal.

Si tú que estás leyendo este testamento tienes más de 25 años, probablemente me comprenderás. Si no, ya lo sabes... ¡¡¡ERES UN CUTREEEEEEEE!!! ¡Anda y cómprate un jersey de punto! :-D

2 Comments:

At miércoles, enero 14, 2009 3:24:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

soy dependienta de massimo dutti...y estoy totalmente de acuerdo con tu opiniones sobre mi tienda..todos sabemos que es un poco cara..tambien mi tienda marca la clase del grupo inditex!!!! ropa con estilo,arreglada y para un publico selecto!! somos lo mejoresssssssssssssssssssssss

 
At martes, enero 20, 2009 8:18:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Yo trabajé en PullandBear y de acuerdísimo con que todos estamos hasta los cojones de los abriguitos universitarios de pijines...pero si no encuentras algo que ponerte ahí, esque no sabes buscar. Las tiendas tienen muchísima ropa y a veces caemos en el error de mirar y sólo ver lo que nos llama la atención...
hay que saber comprar...
Saludos!

 

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