miércoles, noviembre 15, 2006

¡Oh no, otra vez el cambio de hora!

Hola de nuevo.

Tras un largo período sin disponer de tiempo para entrar por aquí, hoy es el día escogido para exteriorizar mis reflexiones sobre uno de los temas de la era moderna que más me intrigan y más me tocan la moral: el cambio horario.

Tras el verano y una vez que los expertos aprecian que el día comienza a acortarse de forma inevitable, todos los ciudadanos cumplimos el rito de adelantar o atrasar la hora, según lo que disponga el presentador de informativos de turno. Muchos se habrán preguntado alguna vez el por qué de tal costumbre y la inmensa mayoría se habrán conformado con el viejo motivo de “el ahorro de energía”, sintiéndose medianamente feliz e incluso solidario indirectamente.

Pues no, señores, no. Basta ya de mentiras. Admitámoslo: cambiar la hora es una mierda. No sirve para nada más que para marear y que el día todavía se acorte antes, y encima el ahorro energético es despreciable.

Una vez estuve buscando información por Internet respecto a este tema y me encontré con dos posiciones típicamente contradictorias: la de las autoridades oficiales y las de los investigadores de a pie. Evidentemente los primeros sostenían que el ahorro energético era bestial, el aprovechamiento de la luz solar era notable y los efectos físicos eran casi inexistentes. Por el contrario los segundos, basándose en estudios físicos y en datos públicos de empresas proveedoras de servicios eléctricos, determinaron que aquel gran ahorro era ínfimo. Creo que se hablaba de menos de un 1%, para que se me entienda.

Algunas de las webs que hoy en día se pueden ver si buscamos en el Google son estas:

http://es.wikipedia.org/wiki/Horario_de_verano

http://es.wikipedia.org/wiki/Horario_de_invierno_y_verano

http://www.laflecha.net/canales/curiosidades/200503211/

http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2005/03/23/67028.php

Y en ellas se deja entrever que no es para tanto. El diario La Voz de Galicia argumentó que allí sólo se ahorra un 0,28 %, o sea, que de panacea nada. Si tengo tiempo intentaré encontrar aquellas webs que traían los estudios en los que se habían basado, más que nada para aportar credibilidad al asunto.

Mientras tanto sólo necesitaba decir que me parece altamente absurdo decir que se ahorra tanta electricidad cuando, por ejemplo, casi nadie necesita que haga un sol inmenso a las 7 de la mañana como ocurre últimamente, mientras que a todo el mundo les vendría muy bien que todavía hubiera luz en las calles a las 7 de la tarde. ¿Qué me importa que el día empiece antes si la mayoría de la gente esta durmiendo? Si las empresas encienden las luces igualmente tanto si hay sol como si no. ¿O es que acaso las cadenas de producción gastan menos con el horario de invierno? Los que utilicen electricidad la seguirán utilizando, y los que no, no. Y encima por las tardes tendrán que encender lo que falte por encender antes de tiempo.

Por no hablar de los efectos físicos. Tampoco nos vamos a poner extremistas como esa gente que sale por la tele diciendo barbaridades, como si el cambio de una hora de reloj les arruinara la vida. Exageraciones a parte, casi nadie sabe que el cuerpo humano mantiene niveles de vigilia/sueño en base a la luz solar. El cuerpo está más despierto y activo mientras hay sol y, por el contrario, se adormece y se empieza a cansar cuando hay noche. Por eso es tan duro trabajar en horario nocturno, el cuerpo está hecho para currar de día y dormir de noche, qué leches. Pues nada, ahora te levantas para ir a trabajar con una luz que incluso te deslumbra y justo por la tarde, cuando más ganas tienes de irte a casa o a hacer deporte por el parque, te encuentras con una noche cerrada que no te deja ganas más que de irte a dormir. Miras por la ventana y se te van las ganas de todo, te entra el perro y cuando miras el reloj, horror, son sólo las 18:30. ¿Os parece normal? A mi me parece una mierda.

Antes salías a correr a las 8 y lo veías todo perfectamente. Si tenías que estudiar, el día se te hacía más largo y provechoso, te cundía más. El cuerpo, como digo, estaba más activo y parecía como que tenías tiempo de hacer más cosas. De hecho las hacías.

Ahora ya no. Evidentemente no podemos luchar con que el día se acorte, pero es que con el puñetero cambio de hora se ha acortado a lo bestia, de golpe. Ahora sales de trabajar y ya parece que sean las 9 de la noche, moraleja: no te apetece nada. El cuerpo ya no te pide deporte y mucho menos estudio. Ahora la gente sale mucho menos y a cambio se recluyen en casa a ver la tele o cosas así. Es decir, a gastar electricidad, mira por donde. Hay gente que vive en ciudades con más delincuencia de la normal que ya no van a andar por las calles a más de las 6, habrán niños que ya no irán a la plaza a jugar, mucha gente dejará de hacer deporte porque la noche les corta. No sé son muchos ejemplos de efectos físicos o psicológicos que provoca algo tan simple como cambiar la hora del día para hacer que éste termine mucho antes de tiempo.

En fin, para ir terminando de dar la brasa sólo decir que ojalá todos ahorráramos mucha más energía, eso es totalmente aconsejable y deseado, pero por favor, ¿seguro que no saldría más rentable concienciar al personal en adoptar mejores hábitos antes que acortar el día radicalmente? Si las empresas siguen gastando exactamente lo mismo, hombre, ¿o alguien ha estado en alguna en la que cambien su modo de trabajar? Venga, va, seamos realistas, demonios…

¡¡¡Queremos luz hasta por lo menos las 8 de la tarde!!!